Mi sobrina Candela tiene tres años. Los papás decidieron que le regalarían un perrito, y le preguntaron cómo quería llamarlo.
- Ehm... ¡Culi!
- Bueno - dijo el papá - pero con K. "Kuli" con K.
- Bueno, está bien - contestó ella.
Más tarde, le cuenta a la abuela que le iban a regalar un perrito. La abuela le pregunta: ¿Y cómo se va a llamar?
- ¡Culiconka!
Y ahi anda ahora Culiconka, siguiéndola para todas partes :-)
(Mayo 2011)
3 comentarios:
Un perro oficialista.
Muchos nombres muy usados hoy habrán tenido un origen similar. Pero me da fiaca ponerme a investigar, Mery.Ah, el pensamiento lateral de los niños.
Jajajajajajaja!!!!
Que ocurrencia.
un abrazo.
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