miércoles, julio 2

T.E.LIT.A.II: lo que es del César

Impresionante la respuesta del podentariazgo al TELITA! Se viene otra ronda de mate telitero, bien cebado por el amigo Cesare. Un relato de los que siempre me gustan, porteñito y policial. Vean qué bueno!


CARAS

La camisería de Marcelo T. de Alvear casi Montevideo parece estar en la cápsula del tiempo. Cualquiera diría que no entra nadie, pero atrae a una fauna única.
Paredes celestes descascaradas, cajoncitos y vitrinas de madera oscura con vidrios biselados, unos extraños artefactos luminosos de hierro negro, tan viejos que parecen haber portado velas, hoy sostienen tubos fluorescentes demostrando que no fueron concebidos para eso.

-¡En los operativos el resultado era siempre positivo! ¿de qué me hablás pibe? -Me espeta un asiduo cliente, entonces decido no seguir con mi discurso sobre la culpa del Estado represor en los setentas, mientras le doblo un suéter escote en “V”, uno de los más feos que he vendido.
-Ochenta y cinco, Don Mario. - Le aviso al dueño y cierro así cualquier posibilidad de seguir metiendo la pata.
-¿Efectivo o tarjeta caballero?-Don Mario pregunta con sonrisa estúpida.
-Efectivo, yo hago todo en efectivo.- Sonríe el cliente, bigotes y anteojos. Dicen que los asesinos seriales son gente simpática, pienso en ese instante.

-¿Me hacés un favor? – Me sobresalta y le vuelvo la mirada haciéndome el pelotudo.
- Comprame una revista Caras, la última, no la de la semana pasada! – Me aclara- Decile al Negro que es para mí, haceme el favor, mientras miro otras cosas, es para mi hermana, así se distrae un rato la pobre.
Lo miro al dueño, que me hace el gesto de “Dale, andá” y pienso una puteada.

El Negro –el diariero, otro tipo raro- enrolla la revista sin mirar, y la pone en una bolsita opaca, para mí que le esta dando una porno, pero bueno, ¿qué le voy a decir? Sabe que es para su cliente, y le conocerá las mañas.
Apenas miro, es cierto, es una CARAS, y ahora me doy cuenta de que le regala a la hermana algo para la cocina, un cubierto que viene de regalo, yo que pensaba mal del asesino serial, el tipo tiene corazón. Vuelvo y le doy el envoltorio en forma de tubo.
-Gracias pibe- Saluda y apura el paso.

-¡Siempre te digo que no hables de política con los clientes! ¡no seas pelotudo! menos con este tipo- Me recuerda amablemente Don Mario, mientras hace la caja.

-Dale Cabezón, cebate un mate!- le pide el patrón a Oscar, el cabezón, mi compañero, que resopla mirándome de reojo, porque sabe que siempre me hago el gil y no cebo nunca uno, con eso de “si a vos te salen mejores”.

Me voy a tomar el 37, me cruzo con el diarero, el Negro, que a esa hora también cierra, el tipo esta fuera de sí, contando las revistas de los cucharones, y otras, que tienen unos cuchillos tipo serruchos. El tipo me esquiva la mirada. Sigo viaje.

A la mañana siguiente quiero comprar el diario, pero El Negro no abrió, estará enfermo, igual, es raro, él, y que no abra, también.

-¿Viste que andaba en algo raro? Te lo dije- Me recibe Don Mario – Mirá la foto. - La miro, aunque esté tapado, es el tipo, ese suéter es inconfundiblemente feo, no se arregla ni con sangre.
-¡Se puso el suéter!- Afirmo, pensando que no sería muy brillante como detective o forense.
-¡Pero qué importa eso! -me dice- Lo encontraron muerto, parece que lo asesinó un tipo al que él iba a visitar, que preguntó por él, dijo el encargado, y que le clavaron un cuchillo tramontina.

Me hace la crónica Don Mario, que ama este tipo de noticias y que con un protagonista conocido, tiene para hablar toda la semana.
-Dicen que había dos revistas tiradas, una, con una cuchara, la otra venía con la foto del cuchillo que tenia este tipo clavado, no es la revista que le compraste vos, ¿no?
-No tengo idea Don Mario, olvidémonos, no nos compliquemos que después vienen los kilombos.
-Sí pibe, mejor, mejor acomoden los suéters escote en V que llegaron nuevos, ¡vení Cabezón!

El cabezón, apoyado en el mostrador leyendo una revista, se sobresalta con el llamado y la quiere esconder, se cae un cuchillo con mango de madera, un tramontina, ya lo aprendí. El de las puñaladas interminables de las crónicas policiales, ya no es el del pan.

Lo guarda por ahí, se pone colorado y viene donde estamos.

- Cabezón, mirá que hoy voy a cebar yo, no te hagas problemas- Le digo, por las dudas.



Cesare. Julio, 2008

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué buen relato, César!!me hizo acordar una sastrería que existe acá, en Mendoza, con todos esos personajes.

Fender dijo...

Bueno, empieza el taller:

En general está bien (¡el comienzo es muy bueno!), pero hay que pulir un poco más el nudo y el final, que no se entienden muy bien.

El narrador dice cosas que no se desarrollan: como el diariero que "estaba fuera de sí", pero no se dice qué vio el narrador que le dio esa impresión.

Saludos.

Mona Loca dijo...

Césare, se animó!
Muy bieeeen!
Bien por la animada.

Quiero saber: Por qué lo quería matar el Cabezón? Por su opinión de lo de la dictadura? Eran amantes? El cabezón andaba con la hermana del otro?Era un psicópata homicida y le tocó el turno al cliente?
Le robó la revista al diarero,la de la semana pasada para matarlo?
Por qué al día siguiente no fue el diariero a trabajar?

Anónimo dijo...

Miralos al César!
Mencantó. Me lo imaginé todo en un negocio re viejo de cerca de casa que venden esos suéters feos para hombres escote en V.

Saludos, chessito.

Vill Gates dijo...

Acertada la descripción de "The West End" que creo es la camisería esa que describís.
Che, muy bueno que te animaste, no sé si ya escribías antes.
Respecto a lo de Fender, sabés que acá hay buena onda, tomalo como algo que te puede servir, blah. blah, blah y todo eso. Ya sabés.

Me gustó la relación cuchillo de Caras-asesinatos-camisería.
Abrazo

mosca brava dijo...

A mí tambien me cagaron a pedos por discutir de política con un cliente. (Claro! Eran en los '70)

Capitan de su calle dijo...

que buenos personajes!

Policiales tambien che.
Telita completito completito..

Muy bueno

bech dijo...

Hola MaríaC hoy por fin me he puesto al día con los escritos de toda la gente pero no da para dejar un comentario en cada lugar :P.
Están todos muy buenos.
Creo que encontré la manera de no perderme ningún otro.
Bloglines anda como loco, delira.¿A usted no le pasa?
Cuando se dé la ocasión haré mi contribución también.

¡Saludos!

El Profe dijo...

Muy buen relato, no puedo hacer más que ponerme de pie y saludarlo con todo mi respeto:
¡AVE CAESAR!

¡Un abrazo!

Vill Gates dijo...

Y perdón algo suyo... ¿Podría ser?

"Cabezón cebame un mate -dijo maría C al monstruo verde y lleno de hojas, de 50 metros que la tenía en sus manos. Él le hizo caso pero rompió el mate, no lo podía sostener con sus dedos de cinco metros de largo. Dejó a María en un banquito y se fue a asustar a todos los habitantes de esa ciudad. Cosas de la soja transgénica..."

Cesar dijo...

muchas gracias!, por prestarle atenci�n! AS� y todo como dice Fender le hace falta una pulidita, pero con la amoladora (disco grueso de 4 1/2", please)
Quizas la due�a del lugar, en otro acto de "y bueh" deje que instale otro insano relato, el "ep�logo", la "secuela", o "el duodeno".
jaja Vill el mounstro "Monsanto".

MariaCe dijo...

Y bueh!
Haremos un esfuerzo... venga, publique, qué se le va a hacer :P

Mentiiiira, yo feliz!! Mande, mande!!