Parece que me he enfermado. La noche se hizo demasiado corta; me desperté muchas veces sintiéndome mal, y cuando parecía que el sueño empezaba a estabilizarse, había llegado la hora de levantarse. La estiré todo lo que pude, pero seres y objetos reclamaban ya insistentemente atención. Me levanté, con la cabeza llena de algodones, y las articulaciones como si les faltara aceite. Recordé que había estado soñando algo que sucedía dentro de la escenografía de Harry Potter (porque ayer terminé el último libro, horrible y generosamente traducido por unos niños de la internet), y el sueño no debía haber sido feo porque ya despierta me quedé extrañando algo que en el sueño había pero en esta realidad no (magia, quizá).
Aunque acá está oscuro, como siempre en invierno, puedo intuir que afuera hace un sol gigante y un cielo azul apto para querubines. Y frío.
Desearía sentirme mejor.
domingo, julio 29
Va a ser un día hermoso
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2 comentarios:
Es el frío del polo que hemos conseguido.
Pongase bien, pronto.
Sana, sana.
Beso.
Gracias Vonty. Este frío es un desubicado.
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