sábado, julio 14

Sueño mentiroso

Ibamos desde La Toma hacia el pueblo, a mitad de camino, y aunque se suponía que era mediodía la claroscuridad delataba al anochecer. Y aunque se suponía que estábamos en Capilla del Monte y que era invierno, los ruidos y los aromas me hacían saber que era un atardecer de verano en Chivilcoy. Ibamos mi nene y yo, caminando, recién llegados (aunque en sentido contrario al que hubiéramos tomado de haber sido cierto) y despreocupados ambos. Mi nene era chico, pero no tan chico como es en esta realidad. Entonces, como a 50 metros en el camino, vemos a Billy. El parece no vernos, o no reconocernos. Está en medio del camino -por el que no pasa ningún auto-, y charla con una gente que -sé- vive en una casita ahi al costado del camino. Mi nene y yo nos detenemos, y yo observo lo extraño que se ve Billy. Lo veo reirse, tiene una cuerda en la mano, sé que está haciendo un collar o alguna artesanía. Lo encuentro hermoso, fuerte, joven. Me atrae mucho, y me resulta extraño sentirme tan atraída por él. Entonces aparece Tiaga, que viene desde atrás nuestro, y nos saluda, y le digo que hemos venido en busca de Billy. Ella se ríe y señala. "Ese no es Billy!", dice. Y agrega que es otro (dice un parentesco que no logro recordar, hermano? hijo?) Simulo ante Tiaga que lo sabía. Y me lamento interiormente de que sea otro, porque éste me gustaba mucho.

Qué sueño macaneador.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué lindo sueño!

Pensé que solamente a mí me pasaba soñar esas cosas.

Hace poco soñé parecido... alguien a quien jamás hubiera mirado ni para pedirle "una tacita de azucar" me encantaba en el sueño. POr suerte no lo vi de verdad... porque realmente... es muy feo, tanto... que soy capaz de enamorarme de nuevo, como es mi estilo.

Dos besos más.